Cambio de blog.

a poca lipsis


Es temprano. Samuel (73 años ) está en su habitación, duerme dando fuertes ronquidos en una cama de fierro de una plaza, es una cama antigua, está un poco oxidada. Las paredes color verde agua están decoradas con cientos de crucifijos colgados, viejos cuadros militares, diplomas firmados por Pinochet y algunos cuadros de él junto a su esposa fallecida. Samuel se despierta, posa las manos en su cara transpirada y arrugada, se sienta, tiene puesta una polera blanca color amarillento.

Los gritos de Ester (44 años) llaman a su esposo Osvaldo (50 años) a tomar desayuno. En la mesa, Samuel empieza con el discurso que tanto disgusta a Ester. “Dios vendrá pronto, viene el apocalipsis, los muertos resucitarán, Veré a tu mamá de nuevo” Mientras Samuel habla, su hija y yerno tratan de ignorarlo, miran la tv.

En la noche, Osvaldo y Ester están haciendo el amor, en la pared continua se escucha a Samuel rezando, habla bastante fuerte. Osvaldo emputecido se hace un lado y trata de convencer a su esposa de internar a Samuel a un asilo.

Samuel está en su cama con una biblia semi abierta encima de la cama, tiene sus lentes ópticos puestos, mientras ronca suena un fuerte sonido de trompeta que lo despierta. Se levanta y sale de su habitación.

Samuel está en la entrada de la casa, hay cuatro caballos a un metro de él. Los caballos son de color blanco, rojo, negro y pálido. Hay 4 jinetes, uno por cada caballo. El hombre montado en el caballo blanco lo invita a subir con él. Samuel Accede y los cuatro caballos se van galopando.

Ester llama a su padre a tomar desayuno, Samuel no responde. Mientras Osvaldo lee el panfleto de asilo de ancianos, Ester le cuenta a su esposo que Samuel falleció.

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