Y eso pasó.

-Y... ¿como fué?
-¡Estabamos bien!
-Pero, ¿no habian peleado?
-no...
-Entonces nosé... no entiendo...
-Estabamos bien... Hasta que un día fuí a su casa y no me besó.
-¿Y Porque?
-No lo sé... tampoco en los días que siguieron, no andabamos de la mano tampoco.
-Es raro...
-Yo pensaba que a lo mejor ella le molestaba, o nosé... primero pensé que lo hacía porque estaba con una amiga y no la quería incomodar, después pensé que era por... por la iglesia, que no pensaran mal, y la última vez pensé que era porque yo andaba resfriado y no se quería resfriar.
-Sigo encontrandolo muy raro.
-Hasta que un día... se terminó todo, y nosé que hice.
-Solo no te diste cuenta nomás... ¿y ahora estás bien?
-extrañamente sí, solo duelen los primeros latigazos, después te acostumbras al dolor.